Lo insulté hasta que se me secara la garganta. Me dio tanta bronca, tanto odio. Verlo caminando sin ni siquiera saber que yo estaba ahí. Sin mirar atrás, sin sentir absolutamente NADA. Eso aumento aún más la bronca. Pero sobre todo,
éso fue lo que más me dolió.
♪.
viernes, 14 de enero de 2011
Si, podriamos decir que la vida es una gran anécdota.
¿Tú que vas de flor en flor?
No, yo voy de capullo en capullo.
No, yo voy de capullo en capullo.
-¿Qué te pasa?, ¿es la regla?
-Y tu cara de gilipollas, ¿es de nacimiento?
-Sé que te pongo.
-Que me pones ¿qué?¿Enferma?
-Y tu cara de gilipollas, ¿es de nacimiento?
-Sé que te pongo.
-Que me pones ¿qué?¿Enferma?